El pegamento de las pestañas postizas puede afectar los ojos

Están de moda las extensiones de pestañas, las hay sintéticas, de seda y hasta de visón, con cristales de Swarovski o con perlas, de diferente extensión y curvatura. Pueden tener una longitud de 9 a 16 milímetros y grosores a partir de 0,07 milímetros. Estas pestañas postizas pueden ofrecer una mirada más intensa y seductora, pero hay que tener mucho cuidado con el pegamento.

Algunos de estos pegamentos que se utilizan para colocar las extensiones contienen compuestos químicos como el formaldehído, que pueden causar reacciones alérgicas. Cada vez son más frecuentes los casos de mujeres que acuden al oftalmólogo con inflamación de párpados, conjuntivitis o lesiones en la córnea.

Hay que tener muy en cuenta si la persona tiene un perfil alérgico, si el pegamento que se usa no es el adecuado, o simplemente que la higiene del centro donde las colocan o los instrumentos que se utilizan no sean los adecuados. Por otro lado, el peso de las extensiones también puede causar problemas y provocar el efecto contrario al deseado, que es la pérdida de las pestañas naturales. Últimamente los casos de afecciones oculares por las pestañas están aumentando en España, pero son el Reino Unido y Japón los que cuentan con más casos descritos.

Esteticistas consultados sobre este tema, coinciden con los oftalmólogos en lo relacionado con el pegamento, recomiendan que estén certificados y testados y advierten que las personas alérgicas son además muy sensibles a este tipo de productos, que pueden provocar descamación o inflamación del párpado. Por esta razón recomiendan preguntar siempre al cliente si padece algún tipo de alergia.

Si durante el procedimiento de colocar las extensiones en las pestañas se introduce pegamento en los ojos, esta situación podría provocar una reacción irritativa o inflamatoria a nivel de la conjuntiva y/o la cornea. El ojo puede ponerse rojo acompañado de picor, escozor y sensación de cuerpo extraño. Debes proceder inmediatamente a un lavado abundante con solución salina o en su lugar agua del grifo para diluir el pegamento, utiliza un colirio hidratante y acude a tu oftalmólogo para una mejor valoración de la situación. Si necesitas ayuda urgente puedes acudir a CEDILÁS, nuestro centro de oftalmología en Barcelona.

Cloro, sudor y orina en las piscinas causan irritación ocular

Estamos en pleno verano, las piscinas a tope y con ella las partidas de cartas al sol, las siestas a la sombra y los refrescantes chapuzones. Hasta ahí, todo suena muy bien. Pero lamentablemente el “pack” también incluye otros aspectos no tan bienvenidos, como la rojez de ojos, y no culpes al exceso de cloro. La verdadera causa que explica esta molestia son las cloraminas, un compuesto químico que se genera por la presencia de orina y sudor en el agua.

 

Ojo rojo: clasificación, síntomas y tratamiento

 

El cloro es un desinfectante utilizado en piscinas para mantener el agua limpia y libre de bacterias. Sin embargo, también puede irritar los ojos, especialmente cuando se encuentra en niveles elevados. El cloro libre que está en el agua se combina y reacciona s con compuestos ricos en nitrógeno como el sudor y la orina, formándose productos químicos irritantes, como las cloraminas, que pueden causar enrojecimiento y picazón ocular.

Especialistas en oftalmología advierten, de que a mayor exposición a este tipo de elementos, se incrementa el riesgo a sufrir problemas oculares. La recomendación no pasa solo por limitar el tiempo que pasamos bajo agua, sino por tomar medidas que minimicen los efectos de la cloramina, como usar gafas de natación en la piscina o ducharse siempre, antes y después del baño.

Los niveles de cloramina son más elevados en las piscinas cubiertas. Las altas temperaturas y la falta de higiene de los bañistas son dos de los principales motivos por los que su concentración puede aumentar. Las cloraminas, especialmente bajo la forma de tricloramina, pueden provocar además de los problemas oculares, irritación en la piel y también problemas en las vías respiratorias».

 

Qué pasa si el cloro está alto en una piscina

 

Consejos para prevenir y aliviar los ojos rojos:

  1. Usa gafas de natación: Las gafas de natación son una excelente manera de proteger tus ojos del agua de la piscina. Al usar gafas, evita el contacto directo del agua con tus ojos, lo que reduce la conversión causada por el cloro y otros productos químicos presentes en el agua.
  2. Asegúrate de que la piscina esté bien mantenida: Una piscina correctamente mantenida con niveles adecuados de cloro y un pH equilibrado puede reducir significativamente la irritación ocular. Si tienes tu propia piscina, asegúrate de seguir las recomendaciones del fabricante y realiza pruebas regulares del agua para garantizar un equilibrio químico adecuado.
  3. No te frotes los ojos: Si tus ojos se ponen rojos después de nadar, evita frotarlos, ya que esto puede empeorar la irritación. En su lugar, enjuaga tus ojos con agua limpia para eliminar cualquier residuo de cloro o productos quimicos.
  4. Usa lágrimas artificiales: Si sientes secuela o irritación ocular después de nadar, puedes usar lágrimas artificiales para proporcionar alivio. Estas gotas ayudan a lubricar los ojos y pueden reducir la irritación.
  5. Dúchate antes y después de nadar: Tomarse una ducha rápida antes de ingresar a la piscina puede ayudar a reducir la cantidad de compuestos orgánicos, como el sudor o el aceite corporal, que ingresan al agua y se combinan con el cloro. Después de nadar, dúchate nuevamente.

Cirugía de la presbicia con lente intraocular multifocal

¿Qué es la presbicia o vista cansada?

En el proceso de envejecimiento de los seres humanos se producen una gran cantidad de cambios, nuestros ojos, como parte de nuestro cuerpo, también se ven afectados por estas transformaciones que condicionan la calidad de la visión y empeoran con los años. La presbicia o vista cansada es la pérdida gradual de la capacidad para enfocar objetos cercanos. Aparece de forma fisiológica en todas las personas a partir de los 40 años, como consecuencia de la pérdida paulatina de la elasticidad del cristalino, que se hace cada vez más rígido, impidiendo que se realize el enfoque adecuado en esa distancia.

 

¿Cuales son los sítomas?

Aunque la prebicia es un proceso fisiólogico y por lo tanto absolutamente normal, su progresión suele resultar muy incómoda y afecta la calidad de vida de muchos pacientes. Entre los síntomas más frecuentes tenemos:

  • Dificultad para enfocar objetos cercanos (menos de 50 cm.).
  • Necesidad de alejar los objetos para facilitar su enfoque y verlos mejor.
  • Cansancio, con frecuencia acompañado de cefaleas al intentar hacer esfuerzos para enfocar.
  • Al realizar esfuerzos continuados puede producirse picor, escozor, lagrimeo, ojo rojo, sensación de arenilla, etc.


Cirugía de la presbicia

Hasta hace unos años la presbicia solo podía tratarse mediante gafas o lentes de contacto, actualmente disponemos de una técnica quirúrgica que soluciona de forma conjunta y permanente estas afecciones oculares ocasionadas por la edad, se trata de la cirugía faco-refractiva con o sin catarata asociada. La técnica consiste en sustituir el cristalino, por una lente intraocular multifocal capaz de realizar las funciones de enfoque en las diferentes distancias, cerca, intermedia y lejana.

 

 

  • La visión cercana se sitúa en distancias inferiores a 50 cm. es la distancia habitual de lectura, escritura, uso del móvil, etc.
  • La visión intermedia se sitúa a una distancia de entre 50 cm. y 1 metro, se corresponde con la distancia en la que utilizamos un ordenador, utensilios de cocina, etc.
  • La visión lejana, comprende distancias superiores a 1-2 metros, son las distancias en que solemos ver la televisión, conducir, etc.

Por la experiencia acumulada en los últimos años se puede afirmar, que la cirugía de la presbicia con lente intraocular multifocal es una técnica fiable y segura, que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia tópica, sin necesidad de suturas, la duración es de unos 20-30 minutos y la recuperación visual es rápida.

Libérate de las gafas y disfruta tu libertad!!!

Oftalmólogo Barcelona – Cedilás Oftalmología

Diputación 238/Balmes – Barcelona – Tel . 93 302 6030 – Cita online: https://www.cedilas.es/pide-hora/

 

Hasta hace unos años los defectos refractivos como la miopía, hipermetropía y astigmatismo, solo podían corregirse utilizando gafas o lentillas. Por un lado, las gafas con frecuencia provocan aberraciones visuales, limitaciones en el campo de visión y en muchas ocasiones resultan incómodas o antiestéticas.

Por otro lado, las lentes de contacto en un número importante de portadores no son bien toleradas, o surgen problemas a la hora de cumplir las necesarias medidas de higiene y mantenimiento.

Actualmente estos defectos refractivos pueden corregirse utilizando uno de los más significativos avances tecnológicos dentro de la oftalmología, el Láser Excimer.

Cedilás Oftalmología, un centro especializado en Cirugía Refractiva, con más de 25 años de experiencia, te ofrece la oportunidad de conseguir ese objetivo con la mayor fiabilidad y seguridad.

 

Quienes pueden operarse

Esta intervención debe realizarse en centros cualificados y por oftalmólogos con experiencia. Antes de proceder a su indicación formal se debe realizar un examen oftalmológico completo, que incluya, refracción, medición de la presión intraocular, valoración de la película lagrimal, campimetría, fondo de ojo, paquimetría y topografía corneal, con estas pruebas podemos determinar si el paciente padece algún tipo de enfermedad o alteración ocular que contraindique la intervención, reduciendo drásticamente la posibilidad de complicaciones.

En términos generales el paciente debe reunir una serie de condiciones para ser candidato a la intervención:

  • Tener más de 18 años de edad.
  • Ser miope de 1 a 8 dioptrías o hipermétrope de 1 a 5 dioptrías con o sin astigmatismo asociado.
  • El defecto refractivo debe mantenerse estable durante al menos dos años antes de la intervención.

 

En qué consiste la intervención

El LASIK (Laser Assisted in Situ Keratomileusis) es la técnica quirúrgica que utilizamos en la mayoría de nuestros pacientes y consta de cuatro pasos fundamentales:

 Paso 1: Se instila un colirio anestésico sobre las capas superficiales del ojo.

Paso 2: A continuación se realiza un colgajo o flap corneal quedando expuestas las capas internas de la córnea.

Paso 3: Se activa el Láser Excimer que actúa sobre estas capas internas, moldeando la córnea de forma homogénea y eliminando los errores de refracción.

Paso 4: Finalmente se repone el colgajo corneal sin necesidad de suturas y se da por concluida la intervención que dura aproximadamente 5 minutos.

  

Evolución y recuperación

La mayoría de los pacientes refieren visión borrosa inmediatamente después de la cirugía, sin embargo esta situación mejorará al cabo de unas cuantas horas, y transcurridos pocos días se alcanza una buena visión.

Es habitual que durante las primeras horas de la intervención el paciente tenga los ojos ligeramente enrojecidos y con sensación de “arenilla”. No obstante estas molestias son leves y se controlan con la instilación de colirios antiinflamatorios y lágrimas artificiales.

 

Utilizamos la tecnología más avanzada

Cedilás Oftalmología se mantiene  a la vanguardia en las técnicas de cirugía refractiva, incorporando la tecnología más avanzada, el Láser Excimer Baush & Lomb -Technolas Teneo 317

 

 

Este nuevo láser de última generación, aporta una serie de ventajas respecto a la mayoría de los láseres que se utilizan en la actualidad:

  • Mayor Precisión
  • Más Seguridad
  • Doblemente veloz (100 impulsos/segundo)
  • Más potencia de alcance (500 Hz)
  • Máxima precisión (spots de 1mm)
  • Mejor reconocimiento del iris
  • Mejor alineamiento respecto a los movimientos oculares

Todas estas nuevas prestaciones dan como resultado una eficacia y unos resultados sin precedentes en la corrección de los defectos refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo).

 

 

Solicitar hora de visita

Puedes solicitar tu 1ª Visita Gratuita haciendo clic en el siguiente enlace:  

https://www.cedilas.es/pide-hora/  

También llamando al teléfono 93 302 6030 

(10 a 2  y  4 a 8 – excepto viernes tarde).

Qué son las miodesopsias o moscas volantes?

Oftalmólogo Barcelona – Cedilás Oftalmología

Las miodesopsias, “moscas volantes” o “cuerpos flotantes”, constituyen un síntoma visual muy frecuente. Consisten en la aparición en el campo visual de pequeños puntos o manchas, hilos o telarañas que pueden adoptar distintas formas y tamaños, generalmente son de color negro o gris y suelen desplazarse con los movimientos oculares. Se aprecian con mayor facilidad cuando miramos superficies de color blanco o zonas claras que faciliten el contraste.

La causa más frecuente es el envejecimiento del humor vítreo, se trata de gel que rellena la parte posterior del globo ocular por detrás del cristalino, también se observan en personas miopes independientemente de la edad y en diversas patologías oculares.

En una persona joven el vítreo es un gel homogéneo adherido a la retina, sin embargo, con el paso de los años se produce su envejecimiento y estas adherencias a la retina se van rompiendo provocando un desprendimiento posterior de vítreo. Se forman lagunas de vítreo licuado, agregados de colágeno y condensación o grumos vítreos que son los que finalmente ocasionan las miodesopsias o moscas volantes en la mayoría de los pacientes.

 

 

La degeneración o sinéresis vítrea suele terminar con un desprendimiento posterior de vítreo. Cuando esta situación se presenta, la percepción de las miodesopsias en forma de moscas volantes o telarañas se hace evidente y pueden aparecer destellos luminosos o fotopsias como consecuencia de la tracción que ejerce el vítreo sobre la retina periférica. En estos casos es muy importante acudir al oftalmólogo, ya que un determinado porcentaje de pacientes pueden desarrollar una rotura o desgarro retiniano, que podría provocar un desprendimiento de retina.

 

Miodesopsias

 

Las miodesopsias o  moscas volantes, aunque pueden ser muy molestas, no tienen mayor consecuencia y no suelen tratarse, sin embargo hay ocasiones en que por su tamaño y número, comprometen la visión provocando problemas que afectan la calidad de vida. En estos casos se podría valorar la posibilidad de una vitreolisis con el láser YAG, cuyo objetivo es fragmentar estos “cuerpos flotantes” para que tengan menos incidencia en la visión. La otra opción más radical es la vitrectomía, cirugía que consiste sustituir todo el vítreo, eliminando completamente las miodesopsias. Sin embargo estos procedimientos especialmente la vitrectomía implican riesgos, por lo que solo se llevan a cabo en situaciones excepcionales.

 

Dr. Gustavo Vincent Pérez

Director Cedilás Oftalmología

¿Qué es el Glaucoma?

Dr. Gustavo Vincent – Oftalmólogo Barcelona

El glaucoma es una enfermedad ocular que produce una pérdida de visión de manera gradual, sin que necesariamente la persona experimente síntomas relevantes. Si no se instaura el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera. Sin embargo hay una buena noticia, y es que realizando  exámenes oftalmológicos periódicos, se puede detectar la enfermedad de manera precoz y con el tratamiento adecuado preservar la visión. Si ya se ha producido algún tipo de daño en determinadas estructuras oculares, el tratamiento puede detener dicha progresión.

 Cómo funciona el ojo:

Para poder entender  el glaucoma, primero debemos tener cierta idea de cómo funciona el ojo humano. La gráfica que mostramos identifica las partes más importantes de su ojo:

La capa rígida que confiere el color blanco del ojo se llama esclera, su función principal es proteger el globo ocular. Por delante de esa capa se puede observar  una membrana transparente  y delicada llamada conjuntiva, que cubre la esclera visible en su totalidad. En la porción más anterior del ojo se encuentra la córnea, que es la parte transparente de la cubierta protectora del órgano y que permite que entre la luz hacia el interior.

El iris es la estructura que confiere los diferentes colores que presentan los ojos (marrón, verde, azul, etc.). Tiene la capacidad de contraerse y dilatarse para que la pupila regule la cantidad adecuada de luz que entra al ojo, como si fuera el diafragma de una cámara fotográfica. Estos estímulos luminosos se dirigen al cristalino que actúa como una lente, enfocándolas sobre la retina que es la capa que recubre la parte interna del ojo. Las fibras nerviosas de la retina transmiten la luz y las imágenes al cerebro por medio del nervio óptico.

La parte anterior del ojo está llena de un líquido transparente llamado humor acuoso, que se produce en el cuerpo ciliar y le da la consistencia al globo ocular.  El humor acuoso circula por la pupila y sale del ojo a través de un sistema de drenaje, formado por una malla de pequeños canales ubicados en el ángulo que forma el iris con la córnea.

Si la producción y el drenaje del humor acuoso es adecuado, la presión del ojo se mantiene a un nivel normal. La presión intraocular o PIO, depende de la cantidad de fluido que se encuentre dentro del mismo. Si el sistema de drenaje funciona adecuadamente, el fluido saldrá libremente sin acumularse. Por otro lado, si el humor acuoso se produce en cantidades adecuadas habrá un equilibrio que determinará que la PIO se mantenga estable.

 El  ojo y el Glaucoma:

En la mayoría de los diferentes  tipos de glaucoma, se produce una alteración en  el sistema de drenaje, que trae como consecuencia una obstrucción en la salida del humor acuoso, que se acumula dentro del ojo generando un aumento de la presión intraocular.

Más de un millón de fibras nerviosas provenientes de la retina salen de ella a través de una estructura denominada disco óptico o papila, para a continuación constituir el nervio óptico, que es el responsable de transmitir los estímulos visuales hacia el cerebro. En la medida que aumenta la presión intraocular esas fibras nerviosas que son muy sensibles empiezan a degenerar, y  si se mantiene la presión elevada mueren, resultando una pérdida de visión irreversible.

 Síntomas: 

El glaucoma suele afectar  ambos ojos, pero por lo general la presión intraocular se empieza a elevar primero en un ojo, si se producen daños, pueden causar cambios graduales en la visión. Con frecuencia, la visión periférica (lateral) se afecta inicialmente, por esta razón los cambios visuales suelen ser mínimos y pasar desapercibidos. Con el tiempo la pérdida de visión periférica se incrementa y si la presión ocular no se controla adecuadamente podrá afectar la visión central y en fases más tardías, ceguera.

En los tipos menos frecuentes de glaucoma se pueden presentar síntomas más evidentes, como visión borrosa, dolor ocular, cefaleas, náuseas, vómitos, halos alrededor las luces e incluso pérdida repentina de visión.

Diagnóstico:

Ante una sospecha de glaucoma, su oftalmólogo revisará su historia clínica y realizará un examen integral de la visión. También están indicados los siguientes exámenes:

  • Tonometría, para valorar la presión intraocular.
  • Campimetría computarizada, para analizar posibles alteraciones del campo visual.
  • Paquimetría, para valorar el grosor corneal.
  • Gonioscopía, para inspeccionar el ángulo de drenaje.
  • Pruebas de imagen (OCT, GDX, HRT), para analizar posibles daños del nervio óptico.

Tratamiento:

Una vez el glaucoma ha producido un daño en el nervio óptico, este no se puede revertir. Sin embargo un tratamiento adecuado y controles periódicos pueden ralentizar o detener  la progresión de estos daños, especialmente si la enfermedad se encuentra en fases tempranas.

El tratamiento de primera elección para el glaucoma es base de colirios (gotas), con la finalidad de disminuir la presión ocular, ya sea  mejorando  el drenaje del humor acuoso y/o disminuyendo su producción. Dependiendo del valor de la presión ocular que se desea obtener, puede ser necesario administra más de un colirio.

Entre los tratamientos antiglaucomatosos utilizados con más frecuencia destacan:

  • Análogos de las Prostaglandinas: Disminuyen la presión ocular al aumentar  la salida del humor acuoso. Los medicamentos de esta categoría incluyen latanoprost, travoprost, bimatoprost, etc. La dosis habitual es 1 gota cada 24 horas.
  • Betabloqueantes: Disminuyen la presión ocular al reducir la producción de humor acuoso. Este grupo incluye el timolol y el betaxolol. La dosis habitual es 1 gota cada 12 horas.
  • Agonistas alfa adrenérgicos. Reducen la producción de humor acuoso y aumentan el drenaje. Entre estos tenemos la apraclonidina y la brimonidina.  La dosis habitual es 1 gota cada 12 horas.
  • Inhibidores de la anhidrasa carbónica. Su mecanismo de acción es la reducción de la producción humor acuoso. Algunos ejemplos son dorzolamida y brinzolamida. La dosis habitual es 1 gota cada 12 horas.

 Cirugía y otros tratamientos:

Otras opciones de tratamiento pueden ser la terapia con láser y varios procedimientos quirúrgicos. Las siguientes técnicas tienen el objetivo de mejorar el drenaje del humor acuoso, lo cual disminuye la presión intraocular:

  • Terapia con láser. La trabeculoplastia con láser puede ser una opción. El procedimiento consiste en dilatar la abertura de los canales obstruidos en la malla trabecular, facilitando de esa manera la salida del humor acuoso.
  • Cirugía de filtración. Es un procedimiento quirúrgico llamado Trabeculectomía, con el que se crea un pequeño orificio en la esclera y se extrae parte de la malla trabecular creando una nueva vía de drenaje del humor acuoso.
  • Válvulas de drenaje. En esta intervención se inserta una pequeña válvula que se comunica al exterior del ojo por un diminuto tubo, creando de esta manera un nuevo punto de drenaje del humor acuoso.

Prevención del Glaucoma:

Para realizar una adecuada prevención del glaucoma se debe priorizar a los siguientes grupos de pacientes:

  • Personas con familiares directos que hayan padecido Glaucoma.
  • Mayores de 60 años.
  • Hispanos de edad avanzada.
  • Personas de ascendencia africana.
  • Diabéticos.
  • Que usen corticoides de manera prolongada.

En líneas generales los oftalmólogos recomendamos realizar controles oftalmológicos cada 1 o 2 años especialmente a partir de los 35 años de edad.

Cedilás Oftalmología

Como detectar la miopía en niños

Dr. Gustavo Vincent – Oftalmólogo Barcelona

 

Cuando un niño no tiene una buena visión, generalmente no es consciente de que padece un problema visual. Por esta razón es muy importante que a partir de los 4 años de edad, los padres en casa  y los maestros en la escuela estén pendientes por si existiera alguna señal de alerta que indique que el niño tiene algún defecto refractivo, en este caso miopía. La miopía es un defecto refractivo en el que el ojo es de mayor tamaño de lo habitual para la edad. Como consecuencia, el niño pierde capacidad para la visión de lejos, y suele ser progresiva.

La detección precoz de estos defectos es fundamental en los primeros años de vida cuando se desarrolla nuestro sistema visual. En el pasado no era frecuente ver a un niño con gafas como consecuencia de la miopía. Hoy en día ocurre lo contrario, la miopía es uno de los problemas visuales más comunes y suele evolucionar más allá de la adolescencia. Si no es detectada a tiempo puede ser una de las principales causas de fracaso escolar.

Causas de miopía en niños:

  • Genéticas: la miopía es hereditaria en la mayoría de las situaciones. Se ha comprobado que los padres con miopía tienen más probabilidad de que sus hijos sean miopes.
  • Factores ambientales: la digitalización de la época moderna también ha agudizado la aparición de los defectos refractivos ya desde la infancia por el uso prolongado de los dispositivos móviles, ordenadores o tablets. Un estudio llevado a cabo en China concluyó que en niños de primaria que pasaban 40 minutos adicionales al aire libre tenían un 23% menos de probabilidad de sufrir miopía que los que no lo hacían.

 Síntomas de miopía en niños:

  • Se quejan de que no ven bien la pizarra en el colegio.
  • Se sientan muy cerca de la televisión.
  • Cierran mucho los ojos para ver mejor.
  • No reconocen bien a las personas hasta que las tienen cerca.
  • Dibujan figuras grandes para verlas mejor.
  • Se acercan mucho a los libros para leer.
  • Suelen tener problemas de aprendizaje escolar.

Ante cualquiera de estos síntomas es importante acudir a un oftalmólogo para realizar una valoración visual completa y determinar si necesita algún tipo de corrección óptica (gafas). De esta manera podemos evitar, en la medida de lo posible, la progresión del defecto visual, o bien, problemas de aprendizaje.

 

Como afectan los ordenadores la visión en los niños

Dr. Gustavo Vincent – Oftalmólogo Barcelona

 

Los ordenadores, las tablets y los móviles, son habituales en el mundo de los adultos… ¡Pero también en el de los niños! La exposición continuada a sus pantallas puede ocasionar visión borrosa, picor de ojos, dolores de cabeza, ojos secos y otros síntomas de fatiga visual. Estas molestias pueden deberse a una iluminación escasa, deslumbramientos, una configuración incorrecta del lugar de trabajo, problemas de visión no corregidos o una combinación de estos factores. Los niños pueden experimentar los síntomas derivados del uso de ordenadores incluso más que los adultos.

Según el estudio “Impacto de los ordenadores en la visión infantil” (Impact of computer use on children’s visión), realizado por N. Kozeis, de la unidad de oftalmología pediátrica del Hippokratio Hospital, de Tesalónica (Grecia), algunos aspectos específicos de la forma en la que los niños usan ordenadores, pueden hacerlos más susceptibles que a los adultos para desarrollar estos problemas. La mayoría de los niños son capaces de realizar tareas que les divierten (por ejemplo, jugar a videojuegos), con una alta concentración, durante muchas horas, hasta que quedan exhaustos, haciendo pocos descansos o ninguno. 

La actividad prolongada sin descansos puede exigir un esfuerzo excesivo de enfoque e irritación ocular. Cuando una persona (un adulto o un niño), pasa demasiado tiempo mirando algo con mucha concentración, la frecuencia de su parpadeo disminuye, lo que impide una correcta distribución de la lágrima y favorece el ojo seco. Por otro lado, el hecho de que las pantallas se coloquen más altas que un libro o una revista, obliga a abrir más los ojos, lo que favorece la evaporación de la lágrima.

Los niños se adaptan bien a diferentes entornos, lo que hace que, con frecuencia, ignoren los problemas. Un niño puede estar mirando la pantalla de un ordenador con una iluminación muy fuerte, sin pensar en cambiar los ajustes de brillo o las circunstancias del entorno, para conseguir una visión más cómoda. Esto puede provocar fatiga ocular excesiva. Además, los niños, a menudo, no son conscientes de que tienen visión borrosa causada por un error de refracción, ya que creen que todo el mundo ve de igual forma que ellos.

Dado que la mayoría de los lugares de trabajo con ordenador están pensados para el uso de adultos, los niños no están cómodos en ellos. Un niño que usa un ordenador en un escritorio o una mesa normal, a menudo debe mirar más hacia arriba que un adulto. Dado que el ángulo de visión más eficiente es el que obliga a mirar hacia abajo unos 15 grados, es habitual que el pequeño experimente fatiga visual antes que un adulto. Por otro lado, los niños pueden tener dificultades para alcanzar el teclado o colocar los pies en el suelo, lo que favorece la aparición de molestias en los brazos, el cuello o la espalda.

Por otro lado el nivel de iluminación para el uso adecuado de un ordenador es aproximadamente la mitad de brillante que el que normalmente se encuentra en un salón de clase. El aumento de los niveles de luz pueden contribuir al deslumbramiento excesivo y a los problemas asociados con los ajustes del ojo a diferentes niveles de luz.

Se debe tener en cuenta que los menores tienen necesidades diferentes a los adultos para usar un ordenador cómodamente. Para reforzar los hábitos de visualización apropiados y garantizar un uso cómodo y agradable de las pantallas, es importante hacer que el niño siga las siguientes normas:

  • Pasar revisiones visuales frecuentes que confirmen de que el niño ve de una forma clara y cómoda. Si usa el ordenador con frecuencia, debe pasar, al menos, un examen visual anual.
  • Hacer un descanso de diez minutos por cada hora que mira la pantalla evitará la aparición de problemas de acomodación e irritación ocular.
  • Ajustar la posición del ordenador a sus necesidades.El monitor del ordenador y el teclado deben ajustarse de acuerdo con los parámetros del cuerpo del niño. La pantalla y la mesa no deben estar situadas demasiado altas y la silla no debe ser demasiado baja. A veces, el niño puede necesitar un taburete para apoyar los pies.
  • Revisar la iluminación para detectar reflejos en la pantalla del ordenador. Las ventanas u otras fuentes de luz pueden crear reflejos en la pantalla. Cuando esto ocurre, el escritorio o la pantalla del ordenador deben girarse en otra dirección.
  • Reducir la cantidad de iluminación en la habitación.Procurar que el espacio en el que se encuentre el ordenador tenga una luz tenue en lugar de una brillante luz cenital.

 

COVID-19: Uso de mascarilla y ojo seco

 

Muchos pacientes que acuden a nuestra consulta en estos días se quejan de sequedad ocular, así como de sensación de cuerpo extraño o de tener «tierra en los ojos». El ojo seco se produce por una falta de lágrimas o cuando esta se evapora más rápido de lo normal. Los que padecían esta alteración antes de la Covid-19 han visto cómo sus síntomas han empeorado. También se ha producido un importante aumento de ojo seco en niños y adolescentes como consecuencia de las muchas horas que pasan delante de pantallas.

La distancia social y el uso generalizado de mascarillas, han demostrado ser dos de las medidas más efectivas para protegerse del contagio por coronavirus y frenar la pandemia. Es obligatorio utilizar las mascarillas en todos los locales cerrados y cuando no se pueda garantizar la distancia social de al menos dos metros.

Debe tenerse en cuenta que los bordes y aristas de las mascarillas son duros y fabricadas a base de papel o fibra tratada, por esta razón, cuando nos la colocamos, se ha de vigilar la posición de la parte superior, ya que existe la posibilidad de que contacte con la superficie ocular sobre todo mientras hablamos. Este roce puede llegar a provocar erosiones corneales y conjuntivales, o bien resultar incómodas y en ocasiones no muy bien toleradas.

Por otro lado, a los pacientes con problemas respiratorios previos, les resulta difícil respirar  mientras la llevan y necesitan sacárselas con frecuencia. Además son  particularmente incómodas para los que usan gafas, debido a que se empañan y ensucian constantemente, pues el aire expirado sube por el espacio que queda entre  la nariz y la mascarilla y al ser más caliente y húmedo, empañan los cristales.

Pero el problema principal asociado a la mascarilla consiste, en que el flujo de aire ascendente acelera la evaporación de las lágrimas. La película lagrimal tiene una capa lipídica de protección, que retrasa la evaporación natural de los líquidos. Un flujo de aire húmedo y caliente, desestabiliza esa capa protectora y aumenta la evaporación de la película lagrimal natural, provocando los síntomas clásicos de ojo seco y sensación de cuerpo extraño.

Para intentar paliar este problema, debemos utilizar frecuentemente lágrimas artificiales. Es una medida básica que puede prevenir molestias y evitar alteraciones en la córnea y en la conjuntiva. Otra medida que puede ayudar es, colocar la mascarilla de tal forma que el aire expirado pueda salir por los laterales o por la parte inferior. A veces esta maniobra se dificulta dependiendo del tipo de mascarilla utilizada. Finalmente recomendamos mejorar  la humectación del ambiente en lugares cerrados, mediante humidificadores o colocando recipientes con agua para crear una superficie húmeda y de esta manera evitar la desecación.

Dr. Gustavo Vincent Pérez

Cedilás Oftalmología

 

La fatiga visual, un síndrome ocular global

 

Es una realidad que cada vez con más frecuencia las pantallas de diversos equipos y herramientas de trabajo como ordenadores, smartphones y tabletas, ocupan un lugar de protagonismo en la vida cotidiana de las personas. Y también es cierto que la inclusión de estas tecnologías se traduce en un avance importante en las comunicaciones y en la agilización del trabajo cotidiano.

Sin embargo, el uso excesivo de estos aparatos aumenta las posibilidades de desarrollar fatiga visual o astenopia, patología catalogada como el síndrome del mundo contemporáneo, ya que se trata de un conjunto de síntomas provocados por la alta exposición de los ojos a dichos equipos.

De hecho, la fatiga visual es ya una afección reconocida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dentro del grupo de enfermedades laborales. Diversos estudios estiman que esta patología constituye el problema laboral más frecuente en los países desarrollados, sin duda por el uso extendido de la visión próxima y las pantallas digitales en los centros de trabajo.

Parpadear para lubricar

La función visual es una actividad en la que se hace necesaria la conjunción de muchos y variados factores. En ocasiones, aunque la agudeza visual es correcta, se tiene la sensación de que la visión no es cómoda, sobre todo, en distancias cortas o intermedias, esta sintomatología con frecuencia es debida a la astenopia. A pesar de que este término significa visión débil, no se refiere a la disminución de la función visual propiamente, sino a las molestias causadas por un esfuerzo voluntario del aparato visual para acomodar y ajustar la visión.

Según los expertos, las personas que trabajan con pantallas, disminuyen considerablemente la frecuencia de parpadeo, el cual tiene como principal función lubricar el ojo. El ritmo normal de parpadeo es de una media de 20 veces por minutos, sin embargo cuando se está trabajando frente a una pantalla de ordenador el ritmo disminuye a 5 veces por minuto favoreciendo que la superficie ocular se reseque y genere sensación de ardor.

Síntomas

Una persona con astenopia puede presentar diversos síntomas: visión borrosa, visión doble, sensación de presión ocular, ojos cansados, molestia ante la luz, dolor, sensación de arenilla, sequedad, irritación, ojos rojos, sensación de quemazón, párpados pesados y lagrimeo.

También pueden observarse molestias generales, que van desde dolor de cabeza, náuseas y vértigo hasta rigidez y dolor en hombros, cuello, espalda, brazo, muñeca y mano. Estas molestias pueden surgir al final del día o de la jornada laboral.

Como prevenir

Ante cualquier síntoma de fatiga visual, la recomendación es acudir a un oftalmólogo, de manera que este realice un estudio detallado de la dolencia y pueda establecer el tratamiento a seguir. Sin embargo, los especialistas proponen algunas prácticas básicas, que ayudan a prevenir dichos síntomas:

  • Es fundamental tener buena luz a la hora de sentarse a trabajar frente al ordenador, ya que los altos contrastes de iluminación generan un mayor esfuerzo visual que puede provocar molestias asociadas.
  • Regule el brillo y contraste de las pantallas, pues a menor contraste mayor comodidad para los ojos.
  • Hacer pausas de unos 10 minutos por cada hora de trabajo, enfocando la visión sobre objetos a distancia, para de esta manera descansar la vista.
  • Mantenga los ojos lubricados, parpadeando repetidamente para evitar la sequedad. La utilización de lágrimas artificiales es un complemento eficaz para el tratamiento del ojo seco.
  • Mantenga las pantallas a un mínimo de 50 cm de distancia de los ojos.
  • Coloque todo el material de trabajo tan cerca de la pantalla como sea posible, para minimizar los movimientos de la cabeza y de los ojos y también los cambios de enfoque.

 

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Al trabajar frente al ordenador debe tener una silla con un respaldo adecuado que facilite sentarse en una postura equilibrada. Es importante que pueda regular la altura del asiento y la alineación del respaldo. La espalda debe estar recta, con los pies apoyados sobre un soporte y con una posición del tórax que permita respiraciones profundas.

 

Dr. Gustavo Vincent Pérez

Director Cedilás Oftalmología

 

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