Como detectar la miopía en niños
Dr. Gustavo Vincent – Oftalmólogo Barcelona
Cuando un niño no tiene una buena visión, generalmente no es consciente de que padece un problema visual. Por esta razón es muy importante que a partir de los 4 años de edad, los padres en casa y los maestros en la escuela estén pendientes por si existiera alguna señal de alerta que indique que el niño tiene algún defecto refractivo, en este caso miopía. La miopía es un defecto refractivo en el que el ojo es de mayor tamaño de lo habitual para la edad. Como consecuencia, el niño pierde capacidad para la visión de lejos, y suele ser progresiva.
La detección precoz de estos defectos es fundamental en los primeros años de vida cuando se desarrolla nuestro sistema visual. En el pasado no era frecuente ver a un niño con gafas como consecuencia de la miopía. Hoy en día ocurre lo contrario, la miopía es uno de los problemas visuales más comunes y suele evolucionar más allá de la adolescencia. Si no es detectada a tiempo puede ser una de las principales causas de fracaso escolar.
Causas de miopía en niños:
- Genéticas: la miopía es hereditaria en la mayoría de las situaciones. Se ha comprobado que los padres con miopía tienen más probabilidad de que sus hijos sean miopes.
- Factores ambientales: la digitalización de la época moderna también ha agudizado la aparición de los defectos refractivos ya desde la infancia por el uso prolongado de los dispositivos móviles, ordenadores o tablets. Un estudio llevado a cabo en China concluyó que en niños de primaria que pasaban 40 minutos adicionales al aire libre tenían un 23% menos de probabilidad de sufrir miopía que los que no lo hacían.
Síntomas de miopía en niños:
- Se quejan de que no ven bien la pizarra en el colegio.
- Se sientan muy cerca de la televisión.
- Cierran mucho los ojos para ver mejor.
- No reconocen bien a las personas hasta que las tienen cerca.
- Dibujan figuras grandes para verlas mejor.
- Se acercan mucho a los libros para leer.
- Suelen tener problemas de aprendizaje escolar.
Ante cualquiera de estos síntomas es importante acudir a un oftalmólogo para realizar una valoración visual completa y determinar si necesita algún tipo de corrección óptica (gafas). De esta manera podemos evitar, en la medida de lo posible, la progresión del defecto visual, o bien, problemas de aprendizaje.