Que hacer frente a un orzuelo
Si tienes una inflamación alrededor del ojo, parecida a un grano o acné, puede tratarse de un orzuelo. Aunque no suele ser una afectación grave, sí puede causar molestias como picor, sensación de cuerpo extraño y dolor. Antes de aplicar cualquier remedio casero, o de cometer el error de “exprimirlo” por tu cuenta, conoce las recomendaciones de los oftalmólogos y evita complicaciones por una “mala” higiene
No se puede dar por hecho que todo “grano” en el párpado es un orzuelo, ya que hay otras afecciones con apariencia similar. Se debe descartar la posibilidad de un tumor en el párpado, que en la mayoría de los casos suele ser benigno, y se caracteriza por ser indoloro y aumentar de tamaño lentamente. La principal diferencia con los tumores es que los orzuelos aparecen y desaparecen a los pocos días, provocan molestias e incluso dolor intenso, mientras que los tumores palpebrales apenas producen síntomas.
Dada la sensibilidad característica de la zona, si los hábitos de higiene son incorrectos, puede darse vía libre a una infección bacteriana en las glándulas palpebrales. Los orzuelos también pueden asociarse a patologías como blefaritis (inflamación del borde del párpado), triquiasis (alteración en la dirección de crecimiento de las pestañas) o ectropión cicatrizal (eversión del párpado hacia afuera) y también a enfermedades de la piel como el acné o la rosácea.
Cuando los síntomas coinciden con los de un orzuelo, se espera que al cabo de dos semanas el “grano” empiece a drenar de manera espontánea. Si no se resuelve y sigue persistiendo, suele tratarse de un orzuelo interno con tendencia a cronificarse y convertirse en un quiste (chalazión).
Cualquier tratamiento indicado para los casos crónicos debe ser prescrito y supervisado por un especialista, quien además realizará un seguimiento de su evolución. Ante un episodio severo, puede requerir utilizar antibióticos vía oral y/o indicar una intervención quirúrgica.
La principal recomendación que cualquier persona puede hacer desde casa es aplicar calor húmedo, con una compresa tibia (gasa, toallita o un pañuelo) y masajear suavemente la zona del párpado. Si el orzuelo no mejora con estos cuidados, o si aumenta de tamaño, se debe consultar a un oftalmólogo.
La higiene palpebral debe realizarse siempre, no solo cuando ya ha aparecido el orzuelo sino para prevenirlo, especialmente en personas con blefaritis, que son las que tienen mayor propensión a padecer esta patología.
Si necesitas ayuda para tratar un orzuelo puedes acudir a CEDILÁS, nuestro centro de oftalmología en Barcelona.