La fatiga visual, un síndrome ocular global
Es una realidad que cada vez con más frecuencia las pantallas de diversos equipos y herramientas de trabajo como ordenadores, smartphones y tabletas, ocupan un lugar de protagonismo en la vida cotidiana de las personas. Y también es cierto que la inclusión de estas tecnologías se traduce en un avance importante en las comunicaciones y en la agilización del trabajo cotidiano.
Sin embargo, el uso excesivo de estos aparatos aumenta las posibilidades de desarrollar fatiga visual o astenopia, patología catalogada como el síndrome del mundo contemporáneo, ya que se trata de un conjunto de síntomas provocados por la alta exposición de los ojos a dichos equipos.
De hecho, la fatiga visual es ya una afección reconocida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dentro del grupo de enfermedades laborales. Diversos estudios estiman que esta patología constituye el problema laboral más frecuente en los países desarrollados, sin duda por el uso extendido de la visión próxima y las pantallas digitales en los centros de trabajo.
Parpadear para lubricar
La función visual es una actividad en la que se hace necesaria la conjunción de muchos y variados factores. En ocasiones, aunque la agudeza visual es correcta, se tiene la sensación de que la visión no es cómoda, sobre todo, en distancias cortas o intermedias, esta sintomatología con frecuencia es debida a la astenopia. A pesar de que este término significa visión débil, no se refiere a la disminución de la función visual propiamente, sino a las molestias causadas por un esfuerzo voluntario del aparato visual para acomodar y ajustar la visión.
Según los expertos, las personas que trabajan con pantallas, disminuyen considerablemente la frecuencia de parpadeo, el cual tiene como principal función lubricar el ojo. El ritmo normal de parpadeo es de una media de 20 veces por minutos, sin embargo cuando se está trabajando frente a una pantalla de ordenador el ritmo disminuye a 5 veces por minuto favoreciendo que la superficie ocular se reseque y genere sensación de ardor.
Síntomas
Una persona con astenopia puede presentar diversos síntomas: visión borrosa, visión doble, sensación de presión ocular, ojos cansados, molestia ante la luz, dolor, sensación de arenilla, sequedad, irritación, ojos rojos, sensación de quemazón, párpados pesados y lagrimeo.
También pueden observarse molestias generales, que van desde dolor de cabeza, náuseas y vértigo hasta rigidez y dolor en hombros, cuello, espalda, brazo, muñeca y mano. Estas molestias pueden surgir al final del día o de la jornada laboral.
Como prevenir
Ante cualquier síntoma de fatiga visual, la recomendación es acudir a un oftalmólogo, de manera que este realice un estudio detallado de la dolencia y pueda establecer el tratamiento a seguir. Sin embargo, los especialistas proponen algunas prácticas básicas, que ayudan a prevenir dichos síntomas:
- Es fundamental tener buena luz a la hora de sentarse a trabajar frente al ordenador, ya que los altos contrastes de iluminación generan un mayor esfuerzo visual que puede provocar molestias asociadas.
- Regule el brillo y contraste de las pantallas, pues a menor contraste mayor comodidad para los ojos.
- Hacer pausas de unos 10 minutos por cada hora de trabajo, enfocando la visión sobre objetos a distancia, para de esta manera descansar la vista.
- Mantenga los ojos lubricados, parpadeando repetidamente para evitar la sequedad. La utilización de lágrimas artificiales es un complemento eficaz para el tratamiento del ojo seco.
- Mantenga las pantallas a un mínimo de 50 cm de distancia de los ojos.
- Coloque todo el material de trabajo tan cerca de la pantalla como sea posible, para minimizar los movimientos de la cabeza y de los ojos y también los cambios de enfoque.
Al trabajar frente al ordenador debe tener una silla con un respaldo adecuado que facilite sentarse en una postura equilibrada. Es importante que pueda regular la altura del asiento y la alineación del respaldo. La espalda debe estar recta, con los pies apoyados sobre un soporte y con una posición del tórax que permita respiraciones profundas.
Dr. Gustavo Vincent Pérez
Director Cedilás Oftalmología