Primera intervención ocular mediante un robot

 Los cirujanos oftalmológicos del  Hospital Universitario  de Lovaina (Bélgica) han sido los primeros en utilizar un robot quirúrgico para operar a  un paciente con una oclusión de una  vena retiniana. El robot utiliza una aguja de apenas 0,03 milímetros para inyectar un fármaco trombolítico (Ocriplasmina) en la vena retiniana afectada. Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina desarrollaron el robot y la aguja específicamente para este procedimiento. 

La operación fue exitosa y es una primicia mundial. Demuestra que es técnicamente posible disolver con seguridad un coágulo sanguíneo de una vena retiniana utilizando un soporte robótico. Un ensayo de fase II ahora tiene que mostrar cuál es el impacto clínico para los pacientes con oclusión de vena retiniana, un trastorno que puede conducir a la ceguera. 

La oclusión de vena retiniana es provocada por un coágulo sanguíneo, esta situación puede conducir a una visión reducida o incluso ceguera en el ojo afectado. Actualmente, el tratamiento consiste en inyecciones intravítreas mensuales en el ojo que sólo reducen los efectos secundarios de la trombosis. Hasta hace poco, disolver el coágulo sanguíneo no era posible. 

Investigadores de estas universidades están estudiando la canulación de la vena retiniana (RVC), un tratamiento revolucionario que trata la causa de la oclusión venosa mediante la eliminación del coágulo sanguíneo. La RVC es un método prometedor que requiere que el cirujano ocular inserte una aguja ultrafina en la vena e inyecte un medicamento para disolver el coágulo sanguíneo.

Esta es una verdadera hazaña, porque una vena retiniana tiene sólo 0.1 milímetros de diámetro (similar a un pelo humano). Ningún cirujano puede inyectar manualmente un fármaco en una vena tan delgada mientras mantiene la aguja perfectamente quieta durante 10 minutos. El peligro de dañar la vena o la retina sería simplemente demasiado alto.

Esta es la razón por los investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Católica de Lovaina desarrollaron un dispositivo robótico que permite al cirujano insertar la aguja en las venas de una manera muy precisa y estable. Una vez que la aguja se inserta, el robot puede mantenerla perfectamente inmóvil.

A diferencia de la mayoría de los robots quirúrgicos, no hay necesidad de un joystick para operar el dispositivo. El cirujano ocular y el robot pueden conjuntamente manipular el instrumento. El cirujano guía la aguja en la vena mientras que el robot elimina cualquier vibración de la aguja, aumentando así el nivel de precisión en más de diez veces. Después de bloquear el robot, la aguja y el ojo se estabilizan automáticamente. El cirujano puede entonces inyectar el producto en la vena de una manera controlada.

Los investigadores también encontraron una manera de fabricar una aguja de inyección ultrafina, la punta de la aguja es de apenas 0,03 milímetros de ancho (tres veces más delgado que un cabello humano). El robot es el resultado de siete años de investigación y una colaboración entre ingenieros y oftalmólogos. El ensayo actual de fase I pretende demostrar que es técnicamente factible utilizar un dispositivo robótico para insertar una microaguja en la vena retiniana e inyectar el producto Ocriplasmina para disolver el coágulo sanguíneo.

El 12 de enero de 2017 el procedimiento se realizó por primera vez en el Hospital Universitario de Lovaina. El paciente ha tenido una buena evolución y ya ha podido comenzar el proceso de  rehabilitación ocular. En un ensayo posterior de fase II los médicos estudiarán los efectos clínicos del procedimiento.

Según el profesor Peter Stalmans, cirujano oftalmológico del Hospital Universitario de Lovaina, «El tratamiento actual para la oclusión de una  vena retiniana cuesta a la sociedad 32.000€ por ojo. Este es un precio alto, teniendo en cuenta que sólo se están tratando los efectos secundarios y hay poco más que se puede hacer que evitar la reducción de la visión. El dispositivo robótico finalmente nos permite tratar la causa de la trombosis en la retina. Espero con ansiedad el siguiente paso, si tenemos éxito, literalmente seremos capaces de conseguir que pacientes ciegos vuelvan a ver «.

El profesor Dominiek Reynaerts del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Católica de Lovaina señaló que, «Estamos extremadamente orgullosos de que nuestro robot nos permita realizar una cirugía ocular que antes era imposible llevar a cabo con seguridad. «Esto nos sitúa un paso más cerca de la comercialización de esta tecnología innovadora. Esperamos poder realizar otros procedimientos revolucionarios con este dispositivo robótico y mejorar la calidad de los tratamientos quirúrgicos existentes”.

Dr. G. Vincent Pérez