ICL – Nuevas lentes intraoculares para corregir la miopía

 

Las lentes ICL son una nueva generación de lentes intraoculares para la corrección de la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Están fabricadas con un nuevo material denominado Colámero, que es una combinación de «colágeno» y «polímero». El material es biocompatible, lo que significa que las lentes están hechas para permanecer indefinidamente en armonía con el ojo. Las ICL son fáciles de implantar debido a su estructura blanda y flexible, no se notan, ni se sienten. Este exclusivo material Colámero brinda protección UV dejando pasar la luz visible y protegiendo las estructuras del ojo.

Quiénes son buenos candidatos para las ICL:

  • Pacientes de entre 21 y 45 años.
  • Pacientes con corneas delgadas que no son aptos para cirugía con láser.
  • Pacientes con miopía entre -0.50 y -18.00 dioptrías.
  • Pacientes con hipermetropía entre +0.50 a +10.00 dioptrías.
  • Pacientes con astigmatismo entre 0.5 y 6.0 dioptrías.
  • Paciente sin cambios en su graduación de más de 0.50 dioptrías en un año.
  • Pacientes con riesgo postquirúrgico de ojo seco.

 

 

Qué ventajas tiene el implante de lentes ICL:

 Es reversible: A diferencia de la cirugía LASIK, este tratamiento es reversible. Como solo se trata de implantar una lente, no existe la necesidad de modificar la córnea, pudiéndose volver a la situación inicial en cualquier momento.

Calidad de visión: Proporciona la más alta y previsible calidad de visión respecto a cualquier procedimiento refractivo. Obteniendo los porcentajes más altos de satisfacción entre los pacientes.

La lente es invisible, blanda y flexible: Como se implanta detrás del iris, su posicionamiento en el ojo la resulta invisible, por lo que el paciente ni las ve ni las siente.

No está condicionada por el espesor corneal: Esta técnica resulta óptima para tratar pacientes jóvenes o con espesores corneales muy pequeños, con miopías o hipermetropías altas.

No altera la producción de lágrimas: A diferencia de otros procedimientos como el LASIK, no genera ojo seco y minimizando el riesgo de sequedad ocular secundaria.

La intervención es rápida e indolora: La intervención dura unos 15 minutos y se realiza con anestesia tópica (gotas), la lente se implanta a través de una pequeña incisión de 3 mm que no requiere puntos. Poco tiempo después de la intervención el paciente puede volver a casa, realizando vida normal a los pocos días.

Compatible con vida deportiva: Compatible con el deporte profesional, profesiones de alto rendimiento físico (cuerpos de seguridad), profesiones en entornos exigentes (pilotos, buzos, etc.).

Protege contra los rayos UVA: El material Colámero con las que están fabricadas posee propiedades únicas que brindan protección UVA, al mismo tiempo que dejan pasar la luz natural visible sin alterarla.

Biocompatible: Está elaborada con colágeno natural por lo que el ojo las tolera perfectamente.

Posibles riesgos de las ICL:

Es importante considerar que las ICL están aprobadas por las autoridades sanitarias correspondientes, lo que significa que después de largos y exhaustivos procedimientos de verificación, se han establecido como seguras y efectivas. Como en cualquier intervención quirúrgica pueden surgir complicaciones, sin embargo en el caso de implantes de ICL son mínimas, pero será su oftalmólogo después de valorar su caso en particular quien le explique con todo detalle los riesgos posibles.

Cedilás Oftalmología

Degeneración macular, ¿quiénes están en riesgo?

Los médicos y científicos no conocen las causas exactas de la degeneración macular, pero está claro que la enfermedad está íntimamente asociada con la edad, ya que muchas personas mayores desarrollan degeneración macular como parte del proceso natural de envejecimiento del cuerpo humano. Un estudio importante ha encontrado que el riesgo de desarrollar degeneración macular pasa de un 2% en personas de mediana edad, a casi un 30% en personas mayores de 75 años.

La pérdida visual puede ser de moderada a severa, con la posibilidad de que se produzca una pérdida total de la visión central en las etapas finales de la enfermedad. Las personas afectadas empiezan a notar falta de nitidez, percibiendo los objetos borrosos y distorsionados, a medida que avanza la degeneración macular se produce una pérdida de la visión central con la sensación de ver un disco o manchas que impiden ver los objetos situados en el campo central. La visión periférica se mantiene, sin embargo se pierde la habilidad para realizar las funciones y tareas más elementales llegando a afectar seriamente la calidad de vida, de ahí la importancia de realizar un diagnóstico precoz.

Estrés oxidativo y la degeneración macular

Nuestros cuerpos constantemente reaccionan con el oxígeno del medio ambiente, y como resultado de esa actividad, el cuerpo produce unas pequeñas moléculas llamadas radicales libres. Los radicales libres afectan a nuestras células, dañándolas ocasionalmente. Esto se conoce como estrés oxidativo y se cree que juega un papel importante en el desarrollo de la degeneración macular. Aproximadamente, 1 de cada 3 caucásicos tienen cambios genéticos que los hacen más propensos a daños causados por el estrés oxidativo, lo que puede conducir al desarrollo de una degeneración macular.

Herencia y degeneración macular

La herencia es otro factor de riesgo para desarrollar degeneración macular. Las personas con un familiar cercano que tenga la enfermedad tienen una mayor probabilidad de desarrollar degeneración macular.

Inflamación y degeneración macular

Algunos estudios han demostrado que la inflamación (hinchazón de los tejidos del cuerpo) puede jugar un papel importante en el desarrollo de la degeneración macular. La inflamación es la manera como nuestro sistema inmunológico combate infecciones u otros elementos que considere como «invasores». Pero una inflamación asociada con un sistema inmunológico hiperactivo puede ser un factor de riesgo para desarrollar degeneración macular.

Tabaquismo, presión arterial alta y colesterol anormal, y degeneración macular

El acto de fumar y la hipertensión arterial están asociados con un tipo de degeneración macular denominada húmeda. Algunas investigaciones sugieren que también puede haber un vínculo entre la obesidad y los estados temprano e intermedio de degeneración macular, cuya combinación puede ayudar al desarrollo de un estado avanzado (degeneración macular húmeda). Otro factor de riesgo de desarrollar degeneración macular puede ser la presencia de un nivel anormal de colesterol o tener presión arterial alta (hipertensión).

Recomendaciones

Es recomendable que todas las personas mayores de 65 años realicen un control anual con su oftalmólogo para detectar cualquier signo precoz de degeneración macular. Debe evitar hábitos perjudiciales como el tabaco, controlar el peso y la presión arterial. También es importante no tener una vida sedentaria, hacer ejercicio con regularidad y tener una alimentación sana.

Observe una simulación de cómo es la visión con la degeneración macular.

 

Primera intervención ocular mediante un robot

 Los cirujanos oftalmológicos del  Hospital Universitario  de Lovaina (Bélgica) han sido los primeros en utilizar un robot quirúrgico para operar a  un paciente con una oclusión de una  vena retiniana. El robot utiliza una aguja de apenas 0,03 milímetros para inyectar un fármaco trombolítico (Ocriplasmina) en la vena retiniana afectada. Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina desarrollaron el robot y la aguja específicamente para este procedimiento. 

La operación fue exitosa y es una primicia mundial. Demuestra que es técnicamente posible disolver con seguridad un coágulo sanguíneo de una vena retiniana utilizando un soporte robótico. Un ensayo de fase II ahora tiene que mostrar cuál es el impacto clínico para los pacientes con oclusión de vena retiniana, un trastorno que puede conducir a la ceguera. 

La oclusión de vena retiniana es provocada por un coágulo sanguíneo, esta situación puede conducir a una visión reducida o incluso ceguera en el ojo afectado. Actualmente, el tratamiento consiste en inyecciones intravítreas mensuales en el ojo que sólo reducen los efectos secundarios de la trombosis. Hasta hace poco, disolver el coágulo sanguíneo no era posible. 

Investigadores de estas universidades están estudiando la canulación de la vena retiniana (RVC), un tratamiento revolucionario que trata la causa de la oclusión venosa mediante la eliminación del coágulo sanguíneo. La RVC es un método prometedor que requiere que el cirujano ocular inserte una aguja ultrafina en la vena e inyecte un medicamento para disolver el coágulo sanguíneo.

Esta es una verdadera hazaña, porque una vena retiniana tiene sólo 0.1 milímetros de diámetro (similar a un pelo humano). Ningún cirujano puede inyectar manualmente un fármaco en una vena tan delgada mientras mantiene la aguja perfectamente quieta durante 10 minutos. El peligro de dañar la vena o la retina sería simplemente demasiado alto.

Esta es la razón por los investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Católica de Lovaina desarrollaron un dispositivo robótico que permite al cirujano insertar la aguja en las venas de una manera muy precisa y estable. Una vez que la aguja se inserta, el robot puede mantenerla perfectamente inmóvil.

A diferencia de la mayoría de los robots quirúrgicos, no hay necesidad de un joystick para operar el dispositivo. El cirujano ocular y el robot pueden conjuntamente manipular el instrumento. El cirujano guía la aguja en la vena mientras que el robot elimina cualquier vibración de la aguja, aumentando así el nivel de precisión en más de diez veces. Después de bloquear el robot, la aguja y el ojo se estabilizan automáticamente. El cirujano puede entonces inyectar el producto en la vena de una manera controlada.

Los investigadores también encontraron una manera de fabricar una aguja de inyección ultrafina, la punta de la aguja es de apenas 0,03 milímetros de ancho (tres veces más delgado que un cabello humano). El robot es el resultado de siete años de investigación y una colaboración entre ingenieros y oftalmólogos. El ensayo actual de fase I pretende demostrar que es técnicamente factible utilizar un dispositivo robótico para insertar una microaguja en la vena retiniana e inyectar el producto Ocriplasmina para disolver el coágulo sanguíneo.

El 12 de enero de 2017 el procedimiento se realizó por primera vez en el Hospital Universitario de Lovaina. El paciente ha tenido una buena evolución y ya ha podido comenzar el proceso de  rehabilitación ocular. En un ensayo posterior de fase II los médicos estudiarán los efectos clínicos del procedimiento.

Según el profesor Peter Stalmans, cirujano oftalmológico del Hospital Universitario de Lovaina, «El tratamiento actual para la oclusión de una  vena retiniana cuesta a la sociedad 32.000€ por ojo. Este es un precio alto, teniendo en cuenta que sólo se están tratando los efectos secundarios y hay poco más que se puede hacer que evitar la reducción de la visión. El dispositivo robótico finalmente nos permite tratar la causa de la trombosis en la retina. Espero con ansiedad el siguiente paso, si tenemos éxito, literalmente seremos capaces de conseguir que pacientes ciegos vuelvan a ver «.

El profesor Dominiek Reynaerts del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Católica de Lovaina señaló que, «Estamos extremadamente orgullosos de que nuestro robot nos permita realizar una cirugía ocular que antes era imposible llevar a cabo con seguridad. «Esto nos sitúa un paso más cerca de la comercialización de esta tecnología innovadora. Esperamos poder realizar otros procedimientos revolucionarios con este dispositivo robótico y mejorar la calidad de los tratamientos quirúrgicos existentes”.

Dr. G. Vincent Pérez

Nuevos Inlays Corneales para tratar la vista cansada

 

Hasta hace poco tiempo las opciones para tratar la presbicia consistían en gafas de  lectura, corrección con láser o lentes intraoculares multifocales. Hoy en día disponemos de una alternativa más segura, menos invasiva y reversible, los Inlays Corneales, también llamados implantes intracorneales. Son pequeños dispositivos que se introducen quirúrgicamente entre las capas de la córnea para el tratamiento de la presbicia.

Dos Inlays Corneales están actualmente en el mercado con la aprobación de la FDA de EEUU, uno de ellos es el Inlay KAMRA ™ (AcuFocus ™, Irvine, California) es un dispositivo de color oscuro, en forma de donut, implantado en un corte corneal en forma de bolsa. El Inlay se inserta en el ojo no dominante del paciente, y la apertura generada permite una mayor profundidad de enfoque, mientras que la preservación de la visión de distancia se realiza mediante el bloqueo de los rayos de luz desenfocados que entran en el ojo. El dispositivo consta de miles de agujeros microscópicos para permitir que los nutrientes y el oxígeno fluyan libremente.

El segundo inlay es el Raindrop® Near Vision (ReVision Optics, Lake Forest, California) consiste en un disco refractor fabricado  con un material que contiene un 80% de agua, similar a una lente de contacto blanda. Al igual que el Inlay KAMRA, el cirujano debe crear un flap o solapa en la cornea para insertar el dispositivo en el ojo no dominante del paciente. El Inlay Raindrop® Near Vision altera el poder refractivo del ojo modificando la curvatura de la córnea, permitiendo así que el ojo enfoque objetos cercanos sin necesidad de gafas de lectura.

En resumen, tanto el Inlay KAMRA como el Inlay Raindrop Near Vision, son dispositivos capaces de corregir la presbicia de forma satisfactoria, más segura y menos invasiva, con la ventaja añadida de que es reversible y no altera el poder refractivo del ojo de forma permanente. Los estudios de la FDA se han completado, ahora la comunidad oftalmológica  decidirá en los próximos años, según los resultados, la generalización de estos implantes.

 

Dr. G. Vincent Pérez

 

Por qué lloramos y cuál es el papel de las lágrimas

 

El llanto como respuesta al dolor o a un choque emocional continúa intrigando a los científicos. Cuántas veces nos sorprendemos a nosotros mismos sollozando cuando miramos una película. Llorar es algo tan común que rara vez nos planteamos cuáles son las razones científicas que lo explican o qué efectos tiene en la salud.

Los humanos son los únicos seres vivientes que lloran en respuesta a las emociones o al dolor. Por qué se produce? Es una de las preguntas que aún se hacen los científicos, pero lo que sí sabemos es que hay tres diferentes tipos de lágrimas y cada una cumple una función diferente. Estos tres tipos de lágrimas son las basales, las reflejas y las psíquicas

La primera es la lágrima basal, y su función es esencialmente mantener el ojo lubricado y libre de polvo. El segundo tipo es la refleja, se produce cuando algo irrita el ojo, por ejemplo, cuando cortas una cebolla o si el ojo entra en contacto con gases lacrimógenos, su objetivo es limpiar al ojo de partículas extrañas o sustancias irritantes.

El tercer tipo, la psíquica, es la lágrima producto del llanto y resultada de un amplio espectro de emociones. Puedes llorar por un dolor intenso, por tristeza, felicidad, etc. y es la que genera más interés entre los científicos. Sin embargo, la lágrima psíquica continúa siendo un misterio, según el investigador de la unidad de ciencia de la BBC Adam Rutherford.

«Es un tema que no ha sido muy investigado. No se sabe por qué lloramos en respuesta al dolor físico o a un trauma emocional o incluso en momentos de felicidad. Pero ya que somos seres sociales, puede ser una forma de manifestarle a los demás nuestro estado mental y buscar consuelo», explica Rutherford.

Charles Darwin sostenía que las lágrimas psíquicas o las que responden a la emoción, no tienen ningún propósito. Para él, las lágrimas en general tenían un sólo propósito: proteger el ojo. Sin embargo, Claudia Hammond, autora del libro «Emotional Roller Coaster» o «Torbellino Emocional», señala que hoy en día los psicólogos piensan que las lágrimas psíquicas sí tienen un propósito, aunque hay un debate en relación  a cuál exactamente es.

Muchos psicólogos piensan que es una forma de comunicación y que si lloras, usualmente la gente simpatiza contigo, o si te están maltratando, llorar les hace saber que están yendo demasiado lejos», explica Hammond, de la Unidad de Ciencia de la BBC. Hay evidencias de que un buen llanto tiene efectos positivos en la salud mental.

En 2015, el psicólogo Ad Vingerhoets, de la universidad de Tilburg, en Holanda, le pidió a un grupo de voluntarios que rellenaran un formulario explicando cómo se sentían antes de mirar dos películas muy emotivas. Posteriormente rellenaron el mismo formulario inmediatamente después de mirar el filme, 20 minutos después y dos horas después. Los resultados fueron muy claros. Quienes no lloraron, no reportaron ningún cambio en su estado psíquico. Los que sí, señalaron que su estado de ánimo había mejorado significativamente. En otras palabras, llorar había tenido un efecto catártico.

Los estudios señalan que sollozar tiene efectos inmediatos en el cuerpo. «Todo nuestro cuerpo siente el efecto, los latidos del corazón se aceleran, las venas y arterias se dilatan, el cuerpo suda más y el ritmo respiratorio se desacelera», señala Adam Rutherford. Todo esto ocurre porque el sistema nervioso simpático, el mismo que nos prepara para la acción o que responde ante una amenaza, se activa en respuesta al estímulo.

Lentes de contacto con biosensores para controlar la PIO y la Diabetes.

Importantes avances se están produciendo en el desarrollo de lentes de contacto con biosensores capaces de monitorizar biomarcadores en la película lagrimal para valorar la Presión Intraocular (PIO), la Diabetes Mellitus y otras condiciones de salud.

Si la tecnología continúa evolucionando según lo previsto, el uso generalizado de sensores en las lentes de contacto podrán proporcionar un cambio importante en el manejo clínico de una gran variedad de enfermedades», afirmaron Chau-Minh Phan y sus colegas de la Escuela de Optometría y Ciencias de la visión en Waterloo, Canadá.

En el año 2009, Sensimed (Lausana, Suiza) lanzó la lente de contacto Triggerfish para el seguimiento de la PIO. La lente utiliza cuatro medidores circulares capaces de detectar cambios circunferenciales en el limbo. Estas variaciones están relacionadas con la PIO y aparecen como resultado de cambios en el volumen ocular.

Un microprocesador y una antena integrada en el sensor de la lente de contacto transfieren los datos de forma inalámbrica y los almacenan en una unidad portátil que se lleva en la cintura o en el cuello.

La película lagrimal es una capa compleja compuesta por varios estratos, consta de diversas proteínas, enzimas y lípidos y pueden expresar un número de biomarcadores en casos de enfermedad.

Últimamente se están realizando grandes esfuerzos para desarrollar una serie de sensores para lentes de contacto capaces de realizar una monitorización continua de la glucosa en la película lagrimal para controlar la evolución de la diabetes. El desarrollo de estos sensores representará una alternativa no invasiva de enorme trascendencia  para la detección y seguimiento no solo de la diabetes si no un gran número de  enfermedades.

Que hacer frente a un orzuelo

 

Si tienes una inflamación alrededor del ojo, parecida a un grano o acné, puede tratarse de un orzuelo. Aunque no suele ser una afectación grave, sí puede causar molestias como picor, sensación de cuerpo extraño y dolor. Antes de aplicar cualquier remedio casero, o de cometer el error de “exprimirlo” por tu cuenta, conoce las recomendaciones de los oftalmólogos y evita complicaciones por una “mala” higiene

No se puede dar por hecho que todo “grano” en el párpado es un orzuelo, ya que hay otras afecciones con apariencia similar. Se debe descartar la posibilidad de un tumor en el párpado, que en la mayoría de los casos suele ser benigno, y se caracteriza por ser indoloro y aumentar de tamaño lentamente. La principal diferencia con los tumores es que los orzuelos aparecen y desaparecen a los pocos días, provocan molestias e incluso dolor intenso, mientras que los tumores palpebrales apenas producen síntomas.

Dada la sensibilidad característica de la zona, si los hábitos de higiene son incorrectos, puede darse vía libre a una infección bacteriana en las glándulas palpebrales. Los orzuelos también pueden asociarse a patologías como blefaritis (inflamación del borde del párpado), triquiasis (alteración en la dirección de crecimiento de las pestañas) o ectropión cicatrizal (eversión del párpado hacia afuera) y también a enfermedades de la piel como el acné o la rosácea.

Cuando los síntomas coinciden con los de un orzuelo, se espera que al cabo de dos semanas el “grano” empiece a drenar de manera espontánea. Si no se resuelve y sigue persistiendo, suele tratarse de un orzuelo interno con tendencia a cronificarse y convertirse en un quiste (chalazión).

Cualquier tratamiento indicado para los casos crónicos debe ser prescrito y supervisado por un especialista, quien además realizará un seguimiento de su evolución. Ante un episodio severo, puede requerir utilizar antibióticos vía oral y/o indicar una intervención quirúrgica.

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La principal recomendación que cualquier persona puede hacer desde casa es aplicar calor húmedo, con una compresa tibia (gasa, toallita o un pañuelo) y masajear suavemente la zona del párpado. Si el orzuelo no mejora con estos cuidados, o si aumenta de tamaño, se debe consultar a un oftalmólogo.

 La higiene palpebral debe realizarse siempre, no solo cuando ya ha aparecido el orzuelo sino para prevenirlo, especialmente en personas con blefaritis, que son las que tienen mayor propensión a padecer esta patología.

Si necesitas ayuda para tratar un orzuelo puedes acudir a CEDILÁS, nuestro centro de oftalmología en Barcelona.

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